JUGANDO
EN LA EDAD MEDIA
A
pesar de las penurias que se pasaban durante el Medievo, los niños al fin y al
cabo eran eso, niños, de manera que trataban de ingeniárselas para divertirse y
disfrutar de su tiempo libre.
La
infancia en la Edad media era muy dura. Por lo que se conoce, los niños sufrían
abandonos, abusos e incluso palizas. Esto era debido principalmente a que eran
considerados por sus familias mano de obra barata. Por ello, para muchos niños,
la infancia no existió prácticamente, pues dedicaban todo su día a la jornada de
trabajo. Sin embargo, otros si pudieron disfrutar con algo más de libertad su
infancia con juegos, bailes infantiles, canciones y fábulas.
En
este cuadro de Pieter Brueghel titulado Juegos
de niños podemos encontrar distintas manifestaciones, como bien indica el
título de la obra, de juegos con los que los niños del medievo se entretenían.
Ya
en esta época, la diferencia entre los roles en las niñas y los niños en los
juegos estaban evidenciados ya que, las niñas jugaban con muñecas de trapo
imitando a sus madres, y ellos jugaban a ser valientes guerreros.
Los
juguetes eran de madera, aunque no de muy buena calidad, pues los únicos que
podían permitirse comprar juguetes más sofisticados a sus hijos eran los
nobles. Aun así, estos juguetes tenían un precio elevadísimo.
De
hecho, los casos más curiosos que se conocen de nobles que pidieron juguetes
para sus hijos son, un caballito de madera que se pidió para el infante Juan de
Aragón, en 1352, o los vestidos y zapatos para las muñecas de las hijas de los
Reyes Católicos.
Por
supuesto, existen juegos de la Edad Media que han perdurado a lo largo de la
historia y se siguen jugando actualmente, como serían la gallinita ciega, en la
que, a un niño o niña, se le vendan los ojos y se le pone en el medio y el
resto de niños se colocan alrededor de él o ella haciendo un círculo. Después,
se le da vueltas a la persona con los ojos vendados y, posteriormente, deberá
buscar al resto de sus compañeros y compañeras.
También
encontramos el juego de la peonza que, de la misma manera, podemos encontrarlo
ahora entre los niños. lógicamente, estas peonzas han cambiado su diseño a lo
largo de los años, e incluso han cambiado los materiales con los que se
fabrican, ya que ahora las podemos encontrar de plástico o de madera, con la
punta de metal para que no se desgaste tan fácilmente.
Con
las peonzas de madera, podemos llevar al aula un trabajo de educación artística
ya que, al ser de madera, estas peonzas se pueden pintar con rotuladores
o temperas, y decorarlas como los alumnos deseen. Después podrán jugar con
ellas en el recreo una vez estén terminadas y secas.
Como
hemos podido observar, la mayoría de juegos que los niños utilizaban para
entretenerse eran bastante estáticos. Podemos deducir que esto se debe a, como se
ha mencionado al comienzo de esta entrada, al poco tiempo libre que tenían y al
cansancio causado por las larguísimas jornadas de trabajo a las que se veían sometidos.
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